Este Proyecto inicia en 2022 durante el taller La Palabra y la Imagen impartido en el CEIIDA por Virginie Kastel. Durante el cual generé los relatos que fui acompañando de imágenes tomadas durante los años 2013, 2014, 2017-2018, 2022 y 2023. También utilizo algunas fotografías de mi álbum familiar.
Relatos de Jardín da continuidad a mis dos proyectos anteriores Transición de 2014 y Anamnesis (el cual estuvo en Revision 2017) sobre el duelo, mi madre, la nostalgia, el hogar y lo domestico.
En este fotolibro retrato un lugar que me interesa, el jardín que está en el patio delantero. No sé si llamarle jardín, al menos un intento de eso fue.
Ahí habitaron rosales. que luego se extinguieron, hierva salvaje que se apoderó fastuosamente del lugar, hasta que todo quedó casi estéril.
Incluso hubo objetos inertes como sillones, el piso mismo de la sala o juguetes que nos daba por enterrar.
Hasta la cama de mama, impregnada de ella, tomo algo de sol para luego ser solo pedazos de tela y madera.
En las macetas los gatos de la época reposaban, o se escondían del calor insufrible de Monterrey o de la escoba intimidante, que los alejaba de los chicos o de los cardenales que cantaban en sus jaulas, los gatos fueron ganando terreno y no hubo más pájaros.
Hubo también insectos, tales como caracoles durante la época de lluvias que fueron escaseando, orugas que luego se convertían en crisálidas y finalmente en mariposas que adornaban como esferas el árbol de durazno.
Ese árbol que ofreció sus frutos hasta secarse. El jardín también fungía como cementerio de perros, gatos y palomas.
Se gestaba el ciclo de la vida una y otra vez.
