
Todo regresa a la tierra.
En esta muestra, las autoras relatan el vínculo ambivalente entre la mujer y la naturaleza, por un lado como aliada, como hogar. Lo orgánico como ventanas de lo íntimo.
Y por otro señala el abuso que ambas comparten por parte del patriarcado, asi como la represión de lo sexual y de sus cuerpos.
A su vez nos comparten una mirada de su mundo, y a otras realidades, la relación con nuestras abuelas y madres, parte fundamental de las familias mexicanas o el propio hogar donde crecimos, aquel que nos brindó seguridad y calma, o donde a veces es el origen de la violencia,
Con relación al cuerpo, a su vez nos comparten esa estrecha relación ancestral y casi mística con el satélite de la Tierra, La Luna.
Todas ellas continúan reflexionando sobre las construcciones sociales establecidas y reafirmando su voz como mujer.
Eliza Trejo
Las cruces blancas (2021)
Decía Sherry Ortner (1972) que las mujeres son a los hombres, lo que la naturaleza es a la cultura: inferiores en cuanto a que pueden ser domesticadas y explotadas con el fin de dominarlas. La naturaleza aporta los recursos primarios bajo los cuales es posible experimentar la vida. En paralelo, las mujeres gestan, cuidan y alimentan los recursos humanos y sociales bajo los cuales es posible mantenerla. Desde el momento de llamarles recursos, las mujeres y la naturaleza se colocan al servicio del sistema capitalista-patriarcal que se encarga de explotar y oprimir todas las posibilidades de subsistencia.

“Nomeolvides”
En el sur del Estado de Nuevo León, a dos mil metros de las carreteras más grandes del país, por donde transita el progreso a más de cien kilómetros por hora, no sólo un pueblo se resiste a desaparecer; también una tradición llena de independencia, con mucho arraigo a la imagen construida de tierra y fertilidad.
Amparo recorriendo el jardín de su casa para juntar su ramo, pareciera recolectar sus recuerdos y al mismo tiempo el deseo de permanencia en la memoria de sus hijos, nietos, bisnietos y lo que le sigue con sus noventa y ocho años. Aunque mucha descendencia se vaya buscando latitudes menos terregosas, el ramo sigue allí cada año con su festejo de vida, tan presente como las palmas, yucas y biznagas del monte que no dejan de florecer, tan viva con sus pirules y sus nopaleras que delimitan los solares de su alrededor.







Relatos de Jardin – Tomar el fresco
En este proyecto comparto relatos de mi familia, fotografías del álbum familiar esparcido entre mis hermanas y cajas empolvadas e imágenes de recovecos de la casa de mis padres donde viví por 40 años.

Mea Vulva
Mea Vulva habla de la emancipación del cuerpo femenino: a las mujeres se nos enseña a cuidar nuestro cuerpo del mundo, pero al mismo tiempo a temerle y desconcerlo. ¿Cómo podemos cuidar algo que no conocemos? El proyecto tiene el propósito de reconocernos como seres autónomos a través de nuestro cuerpo y específicamente de esta parte tan satanizada de la mujer que es la vulva.



Lunática
Desde concepciones ancestrales, los cuerpos celestiales se saben entrelazados con nuestra experiencia física del mundo y la naturaleza, principalmente, la mujer tiene una particular conexión con el astro Lunar. Ahondar e integrar nuestros ciclos femeninos con los lunares, tiene como resultado un florecimiento de armonía interna, rítmica y natural.Esto es algo que se puede percibir en el trabajo de la artista, en él, nos ofrece el resultado visual de las sincronicidades que ella ha encontrado en su existir y desea motivarnos a tener un encuentro personal con la Luna.

La serie “El derrumbe que se soñó” es una despedida y agradecimiento, a la casa en la calle Gabino Barreda, en la capital de Durango la cual nos albergó tras la guerra contra el narco en el 2010. Es la búsqueda de un recuerdo tangible del espacio que se convirtió en nuestro hogar, un espacio que nos permitió sanar, para recordarla como un ser vivo viejo que nos ayudó, cuidó y resistió, para finalmente dejarse ir, derrumbarse.




Autoexploración durante la pandemia con formato instax mini como herramienta para expresar vivencias internas producto de la disociación en la autopercepción: deconstrucción, desconexión, reconexión.

